martes, 16 de agosto de 2011

Flores en Camden Square


El 23 de julio miembros de su seguridad encontraron el cuerpo sin vida de Amy Winehouse en su departamento del barrio de Camden, al norte de Londres. Sabía muy poco de ella; apenas había visto o leído sobre sus premios, su adicción a las drogas y su carácter poco dispuesto a hacer concesiones con las formas políticamente correctas. Era para mí un nombre más, entre los muchos que cada día suenan en el mundo del espectáculo, tan pobre de verdaderos talentos y saturado más bien de productos para todos los gustos, desde los raperos displicentes con las gorras giradas hacia atrás y las starlets extravagantes con sus escándalos coordinados con la ruta de los paparazzi hacia las revistas del show business.

Ese mismo día me di con la noticia en Internet: hacía unas pocas horas había muerto la cantante; un alma sensible y demasiado talento para poder llevar consigo en su frágil humanidad. Impactado por la noticia busqué su música para escucharla, en principio por curiosidad. Tuve entonces una primera noción de la dimensión de esa pérdida, penosa, desproporcionada; aunque previsible y acorde con el mundo acelerado, solitario y abundante en malos recursos para escapar de la realidad en la que se movía.

lunes, 1 de agosto de 2011

Algo para celebrar

Magaly Solier y Claudia Llosa con el Oso de Oro de la Berlinale
Hace unos días todo el Perú estuvo pegado a los televisores, viendo el partido entre Perú y Venezuela que Perú gano 4 a 1. Ese triunfo tuvo un sabor especial. Hasta entonces, en cuanto al fútbol peruano y su desencanto, la referencia recurrente había sido siempre el equipo de 1970. Pero ese sábado, el ánimo y la sensación común eran notablemente otros. Lo que pasaba en el campo de juego era real; y todo lo demás también.