sábado, 4 de junio de 2011

Algunos objetos personales

Aquí comparto unas obras antiguas que tengo colgadas en mi casa y que no he exhibido nunca.

Bodegón. Óleo sobre lino. 40 x 48 cm. 1960
Una mañana me llamó Juan Osorio, a quien no conocía, y me contó que, paseando por una "cachina", había visto un cuadro empolvado y deteriorado que le llamó la atención. Le gustó y lo compró; encargó a alguien especializado que lo limpiara y le cambiara de bastidor, y lo colgó en su casa. Cuando su suegro fue a visitarlo, le dijo que había visto ese bodegón durante años en la casa de mis padres (corroborando  lo que Osorio creía, viendo la apenas legible inscripción con mi nombre que la pintura tenía en el reverso), y le dio mi teléfono.
Cuando Juan me llamó y empezó a describir el cuadro, lo identifiqué de inmediato: lo había pintado en mi segundo año de Bellas Artes, fuera de mis trabajos de la Escuela, y lo recordaba especialmente; aunque (después de muchos andares) no sabía qué suerte habría corrido.
Al día siguiente vino a visitarme trayendo el bodegón. Me gustó verlo, sumado a todas las reminiscencias que trajo consigo; le pedí que me lo dejara por unos días e hice una copia fiel que guardo conmigo. Además, generosamente, me regaló una antigua y hermosa prensa para grabado.


El huerto. Óleo sobre cartón entelado. 37 x 75 cm. 1975
Es el segundo cuadro realista que pinté, Es el lugar en que viví con mi familia en esa época: una rústica casita en Santa Eulalia, dentro y frente a un huerto lleno de paltos, perales y manzanos, al final del cual pasaba el río.

Bodegón. Lápiz sobre papel. 13 x 18 cm. 1975
Dibujo hecho en la misma casa de Santa Eulalia. Una garrafa de cerámica, una copa antigua azulada que era de mi madre y una cesta con panes, sobre un mantel de satén amarillo pálido.


El Árbol. Acuarela. 18,5 x 13,5 cm. 1978
Caridad. Acuarela. 12 x 19 cm. 1989
El mirador. Acuarela. 27 x 40 cm. 1990
Una tarde, caminando por el malecón del rio Rímac con el pintor Eduardo Cervantes, pasamos frente a una especie de placita; e hice un apunte a lápiz. Doce años después, un 25 de Diciembre, pinté la acuarela en base al apunte.

Peras. Óleo sobre lino. 40,2 x 32 cm. 1998
Un bodegón de Zurbarán que ví en El Prado: una taza y tres vasijas alineadas en una mesa sobre un fondo oscuro, me resultó revelador y se me quedó en la retina. Una noche me desperté, encendí la lámpara de la mesa de noche e hice un dibujo: tres peras alineadas sobre un fondo negro.  Al día siguiente lo pinté en una sola sesión.

La chaqueta. Óleo y tinta sobre lino. 46 x 38 cm. 1999
De regreso a nuestro alojamiento, habiendo pasado el día en el Museo D'Orsay de París, dejé sobre una silla la chaqueta, cansada como yo de la larga travesía por entre los impresionistas. Luego hice un dibujo, que después dio lugar al cuadro.

El escudo. Lápiz, tinta y pan de bronce sobre papel Amate. 39 x 59 cm. 2001
Una blusa de nansú tras el violín Suzuki; y un texto de algo que escribí después de visitar el Museo de Arte Moderno de México.


Poema mecánico. Óleo sobre lino. 32 x 29 cm. 2001














Después de mi exposición del 2001, relajado, cumplí uno de mis deseos de siempre: pintar un cuadro cubista.

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